Las Mujeres de mi Vida











{12 diciembre 2009}   SEXO ORAL; NO FALLA PARTE II

LA LENGUA, el segundo pene

Erecto. Mujer, debes introducir el pene en la boca y succionar suavemente hasta que se ponga duro. Luego se debe formar un anillo con los dedos alrededor de la base del pene, esto aumentará la erección y ayudará a controlar hasta dónde quieres que entre el pene. Debes respirar por la nariz y cubrir los dientes con los labios. Nunca raspar el pene con los dientes. Mantener la boca tirante entre los dientes crea un efecto de succión. Es en ese momento cuando debe deslizarse por el pene.

Un favorcito labial. Busque el frenillo, es decir el relieve de la parte de atrás del glande del pene, se debe succionar y empujar ligeramente con los labios y la lengua y envolver la aureola del glande. Luego lamer el tronco del pene. Por favor, no olvide tener cuidado con los dientes. Como agregado puede succionar todo un testículo en la boca y acariciarlo con la lengua. Primero un testículo, luego el otro; de veras provocará que su hombre quede rendido.

Con una mano. Otra de las técnicas más populares es tomar el pene con la mano, como si se estuviera masturbando. El dedo pulgar debe estar dirigido hacia la aureola del glande. Al roce de la mano le debe seguir una boca haciendo movimiento hacia arriba y hacia abajo.

Como una cantante. El vibrado o zumbido es muy placentero. Se pueden crear vibraciones desde la garganta que lleguen hasta el pene. Al cambiar el tono de suave a más alto varía la sensación.

Cuidado con el prepucio. Lo recomendable es empujar el prepucio por encima del glande, e introducir la lengua en la abertura del prepucio. Rodee el glande con la punta de la lengua, mordisqueando y succionando suavemente la piel retirada. Sostenga el cuerpo del pene y utilice nuevamente la boca para estirar la piel. Siga hacia abajo hasta tener la totalidad del pene en la boca, vuelva hacia atrás y use su mano para sostener el prepucio justo debajo del frenillo, de manera que pueda lamer todo el contorno del glande expuesto.

Frío-caliente y una mentita. La introducción de un hielo en la boca provoca una sensación fría y de anestesia que se puede alternar con una bebida caliente. Después de succionar con la boca tibia puede echar aliento frío sobre el glande, el cambio de temperatura puede ser muy excitante. Lamer después de tener un dulce de menta en la boca da una sensación refrescante y de hormigueo. Ojo, que no debe exagerar con las pastillas de menta porque pueden provocar ardor y hacer del amante una víctima adolorida.

El sabor del semen. Es el fluido que secretan las glándulas genitales masculinas, puede no tener sabor y su textura es espesa. Durante el sexo oral no es imperativo tragárselo, pero de todos modos no tiene ninguna contraindicación, es un acto que puede producir excitación en la pareja, pero siempre debe ser con consentimiento. Según los estudiosos, una alimentación alta en proteínas dará como resultado un sabor parecido a la mantequilla. Una basada en lácteos, un sabor ácido, pero aún agradable. Una dieta que incluya ajo producirá un semen menos viscoso y de sabor neutro por las propiedades desintoxicantes. Los alimentos altos en azúcar dan un sabor agradable.

Dado que algunos varones presentan mal sabor seminal, la solución para no provocar rechazo es cambiar el sabor del semen. El dato es hacer que el hombre ingiera alimentos dulces 12 ó 24 horas antes de la relación sexual.

UN CLÁSICO: garganta profunda lo que a muchos hombres nos gusta es tener a alguien así.

Esta técnica es sólo para las mujeres valientes que no tienen asco en llegar hasta las últimas consecuencias; porque el pene queda completamente dentro de la boca. Es difícil de practicarla sin sentir arcadas. Para aprenderla se debe ensayar tratando de tragar con la boca abierta, la sensación de ahogo es muy incómoda, pero es una fantasía masculina que lleva al hombre al éxtasis. La idea es superar el reflejo innato de la arcada que sucede justo cuando el pene toca la parte posterior de la garganta. Disfrútenlo



{10 diciembre 2009}   SEXO ORAL; NO FALLA PARTE I

 La boca, un guante de seda

Sin barreras. A la mujer le gusta sin tiempo; por favor, olvidar las películas pornográficas, los lengüetazos rápidos y bruscos. La suavidad se puede ir tanteando. Algunas mujeres prefieren caricias rápidas y continuas con la lengua, mientras que otras se quedan con las prolongadas y lentas. La lengua flácida ofrece una caricia blanda que puede ser muy placentera y hacer llegar a la mujer a dimensiones no conocidas; si la sabes usar claro esta.

Improvisar. El sexo oral inesperado es una muy buena opción, según los especialistas. En la cama son los cojines debajo de la cadera los que dejan el clítoris al alcance de cualquier hombre hambriento, el ponerla de espaldas y tu entrar por debajo también; pues tienes todo el clítoris al aire y listo para ser devorado.

Aprende a usar la boca. Cubra la vulva con toda la boca, vésela de la misma forma que se besa los labios y pruebe succionar suavemente en el interior, la presión puede mezclarse con un frote muy ligero de los dientes, los mordiscos no deben ser dolorosos. Vaya tanteando la presión, pregunte y sabrá si va por buen camino.

La excitación. El clítoris es básico para la excitación de la mujer, ya que contiene la mayor parte de los tejidos con carga sexual del cuerpo. A algunas les parece excesiva la estimulación directa, por eso es mejor crear una situación avanzando de a poco y la sensación de excitación puede ir aumentando progresivamente lamiendo alrededor del glande clitoriano. Una vez seguro de la excitación, deslícese hasta el clítoris. Cuando llegue a esa etapa utilice los dedos índices y el centro de la mano, ejerza presión por dentro de los labios vaginales mayores y empuje toda la zona hacia arriba. Pruebe moviendo la punta de la lengua de un lado a otro sobre el clítoris. Durante el punto de excitación más alto pruebe mordisquearlo suavemente. Muchas mujeres gustan de tener al mismo tiempo los dedos metidos en el interior de su vagina mientras su clítoris es estimulado con la boca. Bien rápido. Camino al orgasmo la estimulación debe ser siempre rápido y continuo. En el clímax no se debe dejar de hacer. Con el orgasmo encima no se debe parar, seguir hasta que ella pueda terminar no importa los gritos ni los gemidos, personalmente son la  parte más excitante que ellas dan a conocer cuando están a punto de llegar.



et cetera