Las Mujeres de mi Vida











{7 febrero 2009}   sexo por invitacion

El tener sexo en donde mas se me antojaba era siempre una aventura, el disfrutar siempre con alguna buena amiga que quería tener una buena noche de aventura era siempre un placer besarle hasta la sombra mi especialidad y siempre claro dejarla pero totalmente satisfecha a la hora de amar.

 

Este relato me sucedió hace mucho tiempo cuando en una reunión tomando y conversando con algunos conocidos, se me apareció una chica y me dijo que una amiga de ella quería conocerme y según lo que ella había escuchado quería que le demuestre que tan bueno era en la cama.

 

Pues algo asustado y nervioso acepte la propuesta pues seria una noche de beneficio sexual el poder demostrar que soy bueno en ese medio, llego el dia en que habíamos quedado y me reuní con ella, entre a su casa hablamos un poco y pude notar que la chica esta estaba deseosa de empezar de una vez sin dar reparo a algunas caricias ni nada solo me dijo quiero tener un dia de sexo sin importarme con quien pero que ya una amiga me dijo que eras bueno me llamo el interés por ver si era verdad.

 

En ese momento destape una botella de vino y empezamos a tomar, mientras que metía el dedo dentro de la copa y con un poco de vino lo pasaba por tremenda zanja que se le formaba entre los pechos que estaban a punto de estallar; ella se excitaba y algunos gemidos se escapaban dejo su copa y empezamos a besarnos mientras mis manos la acariciaban sin reparo; de pronto nos empezamos a quitar la ropa como locos llevaba un hilo dental que por dios ese dia se callo el cielo tremendo hilo dental con un pequeño cierre para poder quitarlo.

 

Mis dientes metidos allí quitándole ese rico hilo mientras besaba todo ese clítoris que lo tenia totalmente mojado, no puedo dejar de mencionar la depilada que tenia allí, era extraordinaria ya que se había dejado solo una pequeña línea de pelitos y de color rojo o sea eso era todo lo que faltaba para poder poner tan pero tan caliente el ambiente; una noche de sexo oral por ambas partes y otras poses que deleitaron esa noche no me puedo quejar con cada penetrada gemía y mientras mas lo hacíamos ella gritaba y muchas veces se dejaba llevar a tal punto que no aguantaba y me metía las uñas entre la espalda.

 

Esa noche me habré venido unas cuatro o cinco veces la cuestión que a comparación de ella no se pero fácil ella se vino una docena de veces fue la mejor noche que puede tener con esa chica y de verdad quede enamorado con tremendo hilo dental que se manejaba la muy buena flaca      



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